“ He amado anteriormente. Ame, ame mucho. Hasta demasiado diría. Ame personas, personas estúpidas, otras no tanto. Ame cosas, no por lo que eran, sino por lo que recordaban. Ame con y sin motivos. Pero vale aclararlo, ame como toda una idiota.
Y los idiotas tienen la particularidad de amar sin inteligencia alguna. Quien ama idiotamente, ama gravemente. Porque ama sin limites, y lo que no limita es su estupidez. Y yo cometí el terrible error de amar a la vida como una idiota. Entonces condene nuestro amor al fracaso. Lo trágico de esta situación es que el idiota para dejar de amar idiotamente, tiene la obligación de tomar una decisión inteligente, cosa que jamas hizo. Por lo cual le es casi imposible amar de forma inteligente. Es así, como el amor idiota condena a quienes se involucran en el a ser eternamente infelices, pero cuando digo eternamente no me refiero a enteramente, porque siempre que haya amor inevitablemente habrá un poco de felicidad, esa felicidad que otorga la plenitud de amar. En fin, el idiota es capaz de amar, e incluso es capaz de amar de una forma inteligente, siempre y cuando quiera hacerlo. Y eso ocurre solo cuando el idiota comprende que existe un otro que merece ser amado de forma diferente y que el mismo puede conseguir mayor plenitud y felicidad haciendo algo distinto. El caso es que pocas veces un idiota tiene registro de la existencia de otro que no sea si mismo. De todos modos, puede ocurrir. ” |
![]()
Búsqueda personalizada
|