“ En estos tiempos donde todo el mundo se llama "amigo" es difícil darse cuanta quién lo es realmente.
La palabra amistad ha perdido valor y credibilidad, carece de seriedad, y se utiliza para nombrar a cualquier sujeto simpático que este a la vista. Quizás porque la sociedad de hoy tenga otro interés, tal vez porque el mundo está tan aturdido que nadie es capaz de escuchar como para considerarlo un amigo, sí basta con solo mirar a nuestro alrededor para perder la confianza en los seres humanos. ¿Acaso conoces al menos una persona dispuesta a decir la verdad sin importar las consecuencias?, ¿acaso crees que existen todavía esas personas realmente confiables, incapaz de lastimarte?, ¿en realidad consideras que puedes contar con alguien tanto para llorar como para reír? ¿de verdad piensas que una persona así pueda llegar a sobrevivir aquí?, porque si conoces a alguien así o crees conocerlo y no es parte de tu imaginación, tienes realmente suerte; pero aún así me atrevería a decir que para ser un amigo se necita algo más: algo que te dé la certeza de que hay algo más que una persona que te escucha, te ayuda y te respeta, algo que diga lo que no se escucha y muestre lo que no se ve, es eso que se siente, que te da la certeza de que puedes hablar, reír, y llorar libremente delante de esa persona, es algo más que aprecio, muchos suelen decir que los amigos son la familia que uno elige. Pero la sociedad de hoy parece confundir sinceridad con hipocresía, confianza con ingenuidad, y amistad con compañía. Es lindo creer que estás rodeado de buenas personas, y es más fácil que ser realista y dejar de fingir que todo te agrada, pero descuida que una mentira disfrazada de verdad tarde o temprano termina al desnudo, y el tiempo junto a la vida se encargarán de mostrarte quién realmente es un amigo y romperán esas ideas de individualismo egoísta que el mundo comparte. ” Autor: María Stefanía Gómez
Si te ha gustado esta frase, también te gustarán...
|
![]()
Búsqueda personalizada
|