“ Muchos maestros creen que si dieron una enseñanza a sus alumnos un simple día, ya todos debieron de haber aprendido la lección. Los mejores maestros saben que no todos aprenden del mismo modo. Enseñar, es un amplio compromiso y una preciada labor para transmitir a los alumnos en su totalidad. Los mejores maestros logran contagiar a sus pupilos, aun cuando la materia de estudio sea pesada o complicada. Aun cuando el alumno tenga limitaciones de aprendizaje.
El maestro del montón enseña y se retira finalmente de su clase, suponiendo que todos entendieron. El mejor maestro entiende que su verdadera labor es hacer comprender a la mayoría (si no es a todos) su enseñanza. Últimos estudios sobre inteligencia múltiple muestra que no se puede enseñar a todos de la misma manera. No todos comprenden tan solo porque el maestro lee locuazmente el tema de estudio. Hace falta más que eso. Mas que una simple didáctica. Por eso antes los maestros optaban por los castigos físicos; porque nó se dejaban entender. Y sus vanos intentos para que todos aprendan los justificaban con palasos o palmasos. Ahora el maestro debe estar mucho mas capacitado. El mejor maestro disfruta de su clase. Termina exhausto pero contento de su preciada labor. Regala conocimiento y es felíz! Y su mejor satisfacción: ver los nuevos "frutos" de las nuevas generaciones, que empujan y levantan a mejores sociedades. ”
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