“ Hay una etapa en la vida, en la que uno crece, ya es "grande" y todavía no sabe que hacer.
Cuando elegimos una carrera, cuando planeamos nuestro futuro, cuando elegimos el amor de nuestra vida o mejor dicho cuando lo aceptamos porque eso lamentablemente no se elige. En ese momento uno tiene que saber, pero no sabe. Se supone que si algo no funciona, entonces eso no tiene que seguir, y lo sabemos. Pero como se hace? como se dice, esta bien, lo acepto, que se vaya. Como se dice elegí bien, si cada vez que estamos a prueba sentimos ese escalofrío en el cuerpo que nos replantea la pregunta. Como se hace para no llorar cuando definitivamente nos damos cuenta que nos equivocamos, que hay que dejarlo ir, que a la prueba hay que volverla a pasar, que al dolor hay que soportarlo cuantas veces sea necesario, que el idiota que elegimos, lo elegimos precisamente por eso no funciono, que la carrera que tenemos es cruel, es sucia, es fría y necesita lo mismo de nosotros, que la familia que tenemos es la que necesitamos precisamente porque no la elegimos la mando Dios. Como uno va a saber que hacer? si ni siquiera entiende que hizo antes. Como yo voy a estar llorando por miedo, cuando no tuve miedo al elegir, cuando no supe detenerme y pensar, cuando no quise vivir de otra manera. Como le puedo tener miedo yo, a mi propio infierno? que clase de ángel le teme a su cielo? que clase de monstruo le teme a su sombra? como pretendo yo saber que hacer si me atemoriza saber que nunca supe elegir. ” Autor: Maria Stefania Gerominez
Si te ha gustado esta frase, también te gustarán...
|
![]()
Búsqueda personalizada
|